Alemania celebra en Berlín su cuarto campeonato mundial de fútbol

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Casi un millón de aficionados alemanes han recibido en Berlín a su selección de fútbol campeona del mundo. Los futbolistas que han regresado victoriosos de Brasil fueron aclamados por las calles que recorrieron en un autobús descubierto hasta llegar a la puerta de Brandeburgo,  centro neurálgico de los festejos que han durado todo el día.

Alemania se proclamó  justa y merecidamente campeona del mundo por cuarta vez al derrotar al combinado argentino en la final con un gol marcado por Gotze cuando estaba a punto de concluir la prórroga y muchos ya pensaban que se iba a llegar al lanzamiento de penaltis.

 A lo largo de todo el torneo  el equipo alemán ha sido el que ha mostrado más solidez y eficacia y el único de los cuartofinalistas que ha propuesto un estilo de juego definido. Un juego de toque  que han venido trabajando durante los últimos años desde las divisiones inferiores. Justo es, también,  reconocer  que en la final disputada en Maracaná, el combinado argentino jugó su mejor encuentro  y alguna ocasión tuvo para desequilibrar el marcador, lo que hace aún más valioso el triunfo alemán por haberlo conseguido ante un rival que se mostró como un digno finalista, con una línea de contención difícil de superar en la que brillo, sobre todo, “el jefecito” Mascherano.
 
Alemania consiguió su primer campeonato mundial hace sesenta años, en 1954, repitió veinte años después, en 1974, sumó su tercer título hace 24 años, en 1990, justamente ante Argentina. Y, ahora toma el relevo de España. En Rusia, dentro de cuatro años, los alemanes lucirán en sus camisetas cuatro estrellas y su propósito es conseguir su quinta copa del mundo para igualar a Brasil, única pentacampeona.

La juventud y la calidad de los futbolistas de la selección alemana que ha jugado en Brasil, más otros que no han estado en esta cita futbolística, garantizan la continuidad de este equipo nacional que será, sin duda, uno de los favoritos dentro de dos años en el próximo europeo y en la siguiente cita mundial.

A nivel individual se puede destacar al guardameta Neuer, al defensa Philip Lam, al centrocampista Toni Kroos y al delantero Muller, goleador del equipo en este torneo.

Messi, mejor jugador
Es penoso y hasta ridículo que se le haya concedido el Balón de Oro del Mundial, como mejor jugador al argentino Lionel Messi. Su actuación a lo largo del campeonato ha sido muy mediocre y en la final, salvo alguna aparición esporádica,  prácticamente estuvo ausente y eso que este era su mundial que, en caso de haberlo ganado, le equipararía a Diego Armando Maradona. Pero Messi no estuvo. Se nota su baja forma física y psicológica. No es el líder de su selección, aspecto en el que destacó Mascherano con sus arengas a los jugadores mientras Messi estaba apartado como si el partido que se estaba disputando no fuera con el.

La actitud de la FIFA se me antoja, cuando menos,  rocambolesca. No se que criterios siguieron para otorgar este premio. No obstante, es justo destacar que los argentinos con su presidenta al frente han recibido a los “Messi´s boys” como grandes triunfadores a su llegada a Buenos Aires procedentes de Brasil.

El fracaso de las estrellas
Tres jugadores llegaban a la cita brasileña con la aureola de superestrellas y aspirantes a ser las grandes figuras del campeonato. Pero no ha sido así. Ni el brasileño Neymar, ni el argentino Messi, ambos del Barcelona, ni el portugués Cristiano Ronaldo, del Real Madrid, han estado a la altura de lo que de ellos se esperaba y se han quedado en un plano menor.

El brasileño empezó el campeonato con brío y se fue apagando poco a poco hasta, prácticamente, desaparecer, aunque no estuvo el día de la humillación de la “canarinha” por la lesión que se produjo en el partido ante Colombia. Se piensa, sin embargo, que el 7-1 que le endosó Alemania no hubiese sido muy diferente con él sobre el terreno de juego. Es el único jugador que se ha salvado de la quema e incluso fue aplaudido por la afición brasileña. Es, hoy por hoy, la gran esperanza del fútbol de su país y la base para la reconstrucción de la selección nacional. A mí, particularmente, Neymar me parece un buen jugador, por encima del nivel medio, que nos dará jornadas de buen fútbol, incluso jugadas espectaculares, pero su categoría no es muy diferente a otros brasileños que han jugado en Europa como Ronaldinho o Robinho y su influencia en la selección no llega a la que tuvo Pelé. Pienso que está sobrevalorado y que el Barcelona no hizo un buen negocio, si son ciertas las cantidades que se barajan para su fichaje y que, entre unas y otras cosas, superan los cien millones de euros.   

Asunto diferente es el de Lionel Messi. El argentino ha demostrado, sustancialmente en su club, el Barcelona,  su enorme calidad. Veloz y desequilibrante, es muy difícil pararle cuando conduce el balón controlado. Su facilidad goleadora es indiscutible y allí están sus números como prueba de ello. No es exagerado considerarle uno de los mejores jugadores del mundo, el número uno en alguna temporada. Sin embargo, con la selección de su país no ha explotado. En el mundial brasileño no ha estado bien y ha ofrecido muy poco del fútbol que atesora. Messi no está bien. No estuvo bien la última temporada con el Barcelona, se dijo por las lesiones que padeció. Quizás su juego esté sufriendo una transformación y a partir de ahora veamos a un Messi distinto, más jugador de equipo y menos resolutivo.

Por lo que se refiere a Cristiano Ronaldo, sabido es que llegó al mundial lesionado. Ya había jugado muy disminuido físicamente con el Madrid los últimos partidos de la última campaña. Eso le impidió rendir como en el es habitual. Su explosividad estaba recortada y esa velocidad de gacela que le caracteriza no era la misma. Puso voluntad y se echó la selección portuguesa a sus espaldas, pero no estaba en su mejor forma y sus pundonorosos intentos no fueron suficientes para que su selección pasara a octavos. El descanso, sin duda, le vendrá bien para que en esta nueva temporada podamos disfrutar de sus goles y sus espectaculares galopadas. 

Por contra hay que destacar la actuación de porteros como Keylor Navas, futuro jugador del Real Madrid,  Neuer, u Ochoa, pero sobre todo la irrupción de jugadores que han demostrado tener una grandísima talla como James Rodríguez y Toni Kroos, también en la órbita del Real Madrid. En menor medida se esperaba más de jugadores como Ozil, Benzema, que fue de más a menos, Higuaín o el Kun Agüero. En definitiva el Mundial Brasil 2014 ha estado marcado por el fracaso de las estrellas.    

 

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