Seis años después, el equipo de baloncesto del Real Madrid culmina una brillantísima campaña proclamándose campeón tras un intenso play off disputado ante el Barcelona que se resolvió en el quinto y último partido de la serie de 5. Y lo hizo ante su público, lo que no sucedía desde hace veinte años. Los seguidores merengues que llenaron el Palacio de los Deportes de Madrid jugaron su papel animando a los suyos sin descanso. Fue un magnífico espectáculo.
El título ha caído del lado que parecía el más lógico, si tomamos en consideración lo hecho por uno y otro equipo en la fase regular en la que el Real Madrid ha estado muy solvente mientras que el Barcelona ha tenido que superar a lo largo de la temporada problemas de lesiones y acoplamiento. No obstante, los blaugrana forzaron el quinto partido y llegaron con opciones mostrándose por su coraje y carácter competitivo como un digno y difícil rival. Y así lo reconoció el entrenador de los blancos, Pablo Laso, en unas declaraciones realizadas nada más concluir el encuentro definitivo. En definitiva, Madrid y Barsa han ofrecido una gran final, de esas que crean afición. Enhorabuena al campeón, Real Madrid, pero también felicitaciones al Barcelona, un finalista de categoría.
Ahora a pensar en la nueva temporada. Ambos equipos, sin duda, retocarán sus plantillas para reforzar sus puntos débiles, que los tienen. La falta de acierto en los triples, especialmente en el Real Madrid, plantea interrogantes. Mejorar sus ya buenísimas plantillas es una necesidad para afrontar los grandes retos del próximo curso: la Liga ACB, pero sobre todo la Euroliga.