Nos han arrebatado un sueño y frustrado una ilusión. Madrid no será sede de los juegos olímpicos de 2020. En el movimiento de intereses creados quedamos fuera de foco prematuramente. Tokyo ha sido la designada. Es la segunda vez que la responsabilidad recae en la ciudad japonesa que ya organizó los juegos de 1964.
El impacto emocional fue tremendo en quienes creíamos firmemente en nuestras posibilidades. Algunas lágrimas rodaron por las mejillas de muchos de los miles de personas que esperaban con alegría y optimismo en la Puerta de Alcalá que el presidente del COI, Jacques Rogue, anunciara que Madrid sería olímpica. No fue así. Cruel decepción.
Sin duda la de Madrid era una candidatura sólida, la mejor de las tres que llegaron a la fase final de la elección. Ahora empieza la especulación sobre las causas que motivaron nuestro “k.o” en la primera votación dejando a Estambul y Tokyo como finalistas. Es bueno que se razone, ese ejercicio enriquece, pero no que se especule. Una autocrítica de los responsables de la candidatura sería conveniente para no cometer los mismos errores si hay una próxima ocasión, hoy por hoy poco probable.
La de Madrid era la propuesta más sólida, trabajado con ahínco y apoyada por un porcentaje elevadísimo de españoles. Nada hacía presagiar el rol que nos tocó vivir. Una vez más fueron los intereses creados los que han decidido. Lástima. Nos han arrebatado un sueño y frustrado una ilusión, pero no podrán quitarnos el orgullo de ser madrileños y españoles y contar con equipos como la selección española de fútbol en sus distintas categorías, la selección nacional de fútbol sala, las selecciones nacionales de baloncesto masculino y femenino, la selección de gimnasia acuática o la selección de gimnasia rítmica y deportistas como Pau Gasol, Teresa Perales, Fernando Alonso o Rafa Nadal.
Precisamente el piloto asturiano , Fernando Alonso, a pesar de no tener el mejor coche está haciendo una magnífica temporada, dando lecciones en cada carrera con espectaculares remontadas y situándose a pocos puntos del líder del campeonato mundial de F1.
Por su parte, se agotan los calificativos al hablar de Rafa Nadal. El tenista manacorí ha conseguido su segundo US Open al derrotar en la final de manera brillantísima al número uno del mundo Novak Djokovic. El público que asistió a presenciar el encuentro en Nueva York (23 mil personas) y los muchos de millones que la vieron por televisión quedaron rendidos ante la intensidad del enfrentamiento, la calidad de los contendientes y la fuerza mental del español que superó momentos de gran dificultad. Nadal que se está convirtiendo en el hombre record del tenis es hoy noticia en los periódicos más importantes del mundo que no escatiman elogios al deportista que puede ser nuevamente el número uno de la ATP. Nadal ha ganado ya 13 Gran Slam y está a punto de igualar a Pete Sampras (14) y si todo sigue como ahora, y las lesiones le respetan, superar al suizo Federer que suma 17 major.
No vamos a organizar unos juegos olímpicos en Madrid, pero tenemos equipos y deportistas de los cuales sentirnos orgullosos y la ilusión de cambiar entre todos el signo de la economía española para que nuestro diario acontecer tenga sentido.