¿Qué está pasando en nuestra España?… Que está `enmierdada’ por la corrupción y porque algún político, para su reivindicación personal, y algunos partidos para intentar recuperar el poder perdido o mejorar su status, dan presuntas lecciones de comportamiento ético y levantan su dedo acusador sobre el rival señalándole como inequívoco culpable de malas prácticas sin pruebas irrefutables y sin detenerse a pensar que en su propia formación hay casos tan graves o más que merecerían, al menos, el mismo trato. Estas acciones no están guiadas por un afán de limpieza en la política nacional, lo que es absolutamente necesario, sino por un objetivo de subsistencia económica mediante los ingresos públicos que proporciona el poder. Nuestra democracia es de baja calidad y el descrédito de los políticos es una evidencia innegable. No quiere decir que todo sea malo y que todos estén podridos. Hay políticos honrados, con ideas y patriotas y a estos hay que dejarlos hacer o darles paso liquidando a cuantos han creado un sistema en el que fluye la corrupción como una cuestión normal y cotidiana.